Sábado, nos vamos de excursión con el sobrino. Le gustan mucho los trenes, así que hemos preparado este viajecillo, en el que hay un poco de todo: trenes, cuevas, pueblos con encanto...
No madrugamos mucho, aunque teníamos que haberlo hecho porque cuando llegamos (sobre las 11 de la mañana) a la estación de La Rhune (de donde sale el tren), nos costó mucho aparcar el coche.
Hay 2 parkings, uno un poco antes de llegar, es pequeñito y tienes que andar un poco para llegar. El otro es grande, está al lado de la estación y en él también aparcan autobuses y autocaravanas. Está bien pero si está lleno se monta un poco de lío entre los que salen y los que entran. En la zona hay varias tiendas de recuerdos y también para poder comprar algo de comer.
Nos acercamos a la taquilla para coger las entradas y nos toca esperar cola. La taquilla está cerrada hasta que se aproxima la hora del siguiente tren. Cogemos billete para ida y vuelta que son 14 € y los niños menores de 4 años no pagan. No tienes por qué coger ida y vuelta, puedes sacar sólo de ida o de vuelta (12 €) y bajar o subir andando, respectivamente.
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